lunes, 26 de enero de 2015

“Vísteme con calma que voy de Prisa”

Hacia un sistema único de salud

Si revisamos las propuestas de los aspirantes a la presidencia de la república en las últimas campañas electorales  en materia de salud,  observaremos  que todos  promueven la atención primaria, es decir prevenir enfermedades y promover estilos de vida saludable, tal como se estableció en la convención de Alma Ata en septiembre de 1978, donde los estados participantes entre ellos Panamá, se comprometieron a  impulsar un cambio de paradigma de la atención centrada en la enfermedad a la atención centrada en la salud,  por ser más eficiente y efectiva,  no obstante al llegar al  gobierno, las promesas se olvidan y  continúan dirigiendo la mayoría de los recursos a los hospitales y a la parte curativa,  al punto que los ciudadanos deben estar enfermos para ser tocados por el sistema, llegando algunos  a pensar que si no cambiamos de rumbo, en Panamá en lugar de llamar al “Ministerio de salud” se debe conocer como “Ministerio de enfermedad”.

Esta deficiencia estructural trajo como consecuencia la construcción de  gran cantidad de hospitales, incluyendo a la ciudad hospitalaria que de acuerdo a declaraciones de las actuales autoridades tiene problemas de ubicación, acceso, equipamiento, financiamiento y recursos humanos, lo que refleja falta de planificación que podría terminar en un proyecto inconcluso,  lo que contrasta con aquellos que opinan que todo está bien, por lo que se impone un tercero dirimente que le informe a la sociedad la realidad,  ya que se comienzan a escuchar rumores  que podríamos estar frente a un proyecto fallido y eso es muy grave para el país.


Como decía Albert Einstein “no esperemos resultados diferentes si seguimos haciendo lo mismo”. Luego entonces, si la decisión es continuar  con el proyecto de la ciudad hospitalaria se requieren  ajustes radicales,  además de aprovechar la gran oportunidad de implantar  de una vez por todas el proyecto largamente anunciado y nunca concluido de “integración de los servicios de salud” tal como lo establece nuestra constitución  en su  artículo 110.    Este proceso de creación del sistema único de salud pública panameño puede iniciarse si ubicamos en la ciudad hospitalaria tanto al Instituto Oncológico Nacional como al Hospital del Niño, ambas instituciones insignias de la salud en Panamá y que evidencian claramente la necesidad de contar con nuevas y modernas instalaciones para continuar sirviéndole al pueblo panameño como lo han hecho hasta ahora.  Desde estos dos centros de excelencia unificar los esfuerzos y los recursos profesionales, económicos y tecnológicos tanto del MINSA y de la CSS en lugar de estar construyendo mas instalaciones para hospitales,  duplicando los servicios y dilapidando  los escasos recursos con que cuenta el país,   y así  darle a nuestra nación un nuevo modelo de gestión y atención en salud.  

Al preguntarme ¿por qué seguimos con los mismos problemas en salud, teniendo tantos expertos?  La primera respuesta que se me viene a la mente es por falta de voluntad política,  porque es más fácil seguir igual, no mover las olas y no pagar el desgaste del ejercicio del poder, permitir que se continúe en la zona de confort, con lo cual  el resultado es que no estamos alcanzando como país la calidad, la satisfacción de la población,  ni los objetivos del milenio.   Siempre es más barato prevenir que curar, por ejemplo; si nos aseguramos del  buen control de los hipertensos y los diabéticos estaremos evitando más del 80% de las causas de la  falla renal crónica y no se requerirá construir tantas  salas de hemodiálisis;  hablamos de atención primaria, de medicina familia, ambiental y comunitaria.   
He tenido oportunidad de interactuar a través de más de 37  años con las diferentes administraciones en salud, con todas he cooperado en diferente medida, en algunos casos he participado en las propuestas de gobierno y me he percatado que tanto el MINSA como la CSS cuentan con el recurso humano calificado, con el conocimiento,  la vocación de servicio y el compromiso capaz de lograr los mejores resultados, todas  las autoridades en el fondo  sabían lo que se debía hacer, pero  dejaron  que las cosas siguieran  igual y al final las consecuencias las paga la población por mantener aun el  agotado  modelo curativo, biologicista y patocéntrico en Panamá.   Esta es la gran oportunidad que tiene la actual administración de actuar, que no tengan razón los que piensan que están en parálisis por análisis,  yo prefiero creer en la frase atribuida a Carlos III, a Fernando VII y a  Napoleón Bonaparte  cuando se preparaban  para la batalla   “vísteme con calma que voy de prisa”  El pueblo está a la espera.

Dr. Enrique Lau Cortes
Médico, Economista de la salud

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